Los atletas de la Federación Salvadoreña de Montañismo y Escalada (FSME) celebraron el aniversario 48 de su federación con el Conversatorio de Montaña en el que participaron 55 deportistas de esa disciplina.
Emocionados por contar las anécdotas que han marcado sus vidas en el montañismo y conocer las de otros, los atletas se reunieron en el salón de la Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES).
Entre el grupo de los intrépidos deportistas, destacaba el carisma y energía de Demetrio Escobar, quien a sus 84 años continúa con la práctica de este deporte y compartió su historia en el montañismo.
“Yo nací en la montaña de Santa Isabel Ishuatán, Sonsonate, gracias a eso desarrollé un amor por las montañas y los volcanes. Debido a eso estudié ingeniería civil en San Salvador y me desempeñé por 35 años como vulcanólogo. En 1987 me uní a la federación y nos organizamos en grupos para hacer las expediciones”, comentó Escobar.
El conversatorio se convirtió en un espacio donde los atletas relataron las historias que han marcado sus vidas, pero también aprovecharon para invitar a las nuevas generaciones a conocer más del montañismo y escalada, pues aseguran que conectarán con la naturaleza y vivirán más sanos y felices.
“Esta celebración la realizamos con expedicionarios de los años 80-90, así como de México 2023, con el fin de que contaran sus experiencias en la práctica de este deporte. Es muy bonito ver el interés que muestran en cada anécdota porque demuestran respeto, empatía y el vínculo de amistad que se forma al escalar montañas y volcanes”, explicó Abigail Manzor, asistente administrativa de la FSEM.
La voz de la nueva generación de montañistas que visitaron México el año pasado fue Keneth Cuéllar, quien se mostró muy emocionado por ser parte de la historia de la federación y por las experiencias que ha tenido desde que se afilió.
“Yo inicié en este deporte de forma personal, pues no sabía que había una federación que se encargara de este deporte. Me afilié, continué con mi preparación y en 2023, con mis compañeros, viajamos al país azteca. Fue un gran reto, no es fácil, son rutas muy largas que exigen una buena resistencia, pero contamos con el acompañamiento de la federación antes y durante el ascenso para poder conquistar la cumbre”, relató Cuellar.