El viaje desde Meanguera, Morazán, fue de 191 kilómetros hasta la capital, San Salvador. Un trayecto que le tomó lograr alrededor de cuatro horas, pero que, por sus palabras, valió la pena el esfuerzo y, sobre todo, por el interés que le ha puesto al Programa LaLiga, Valores y Oportunidad.
Daisy Marilú Chica es la única monitora que estuvo presente en el Campus Sociodeportivo del Programa LaLiga, Valores y Oportunidad, lo cual la llena de mucho orgullo, y aunque considera que otros se esforzaron, no duda en decir que es gracias a su trabajo que se ganó un lugar para representar a la Zona Oriental del país en este evento.
“La verdad es que estoy muy emocionada, me han superado las expectativas que yo traía al Campus Sociodeportivo. Es profesional, todo muy ordenado, bien trabajado, una experiencia única de verdad, y agradecida con Dios por la oportunidad que me dan, y sé que la aproveché al máximo”, comentó Daisy.
El Campus Sociodeportivo que culminó hoy en el Estadio Nacional Las Delicias reunió, durante cuatro semanas, a 240 niños de las escuelas del Programa, así como a 20 monitores que cumplieron con los estándares exigidos por la Fundación LaLiga y el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES), a través de los formadores Pablo Malavé y Javier Agenjo.
Ante la pregunta ¿Esto fue una experiencia que marcó un antes y un después en tu carrera?, Daisy confirma con mucha seguridad: ”claro que sí, muchísimo, tanto profesional como socialmente, porque he convivido con niños de otras zonas, siempre de oriente, pero de otros municipios, y de todos se aprende algo, todos los días se aprende algo nuevo”.
La representante de Menguera afirma que vivió una gran experiencia en el Campus, porque un grupo de profesionales tanto de la Fundación LaLiga como del Instituto Nacional de los Deportes (INDES) los atendieron en todos los ámbitos, por lo que considera que ha escalado varios peldaños en cuanto a conocimientos que le servirán en su carrera.
Deporte, valores y muchos recuerdos
Como parte del Campus, los niños recibieron charlas sobre prevención de lesiones, y temáticas sobre psicología deportiva, género, resolución de conflictos, habilidades para la vida y talleres lúdicos, y además, durante las tardes visitaron espacios culturales, deportivos, históricos y recreativos, en coordinación con el Ministerio de Cultura, pero además, tuvieron la oportunidad de conocer nuevos lugares y hacer muchos amigos.
“De verdad son niños muy capacitados en cuanto a valores, porque así se ha elegido en cuanto a técnica deportiva. Ellos estaban muy emocionados de estar acá”.
Lo anterior lleva a Daisy a afirmar que por lo que ha vivido se va a cumplir el propósito del Campus, que aparte de tener la experiencia, los niños aprendan los conocimientos y los repliquen en sus comunidades.
“El objetivo es que ellos les expliquen a los demás compañeros qué es lo que vivieron. No van a decir: ‘estuve allá y no hice nada’. No, que ellos, el conocimiento que tengan, lo puedan transmitir a los demás compañeros y personas”, enfatizó.
De tez morena, cabello negro y baja estatura, puede aparentar fragilidad, pero está llena de energía y decidida a aprender y liderar, si es necesario, lo que la hacía levantarse a las 4:30 de la mañana para revisar lo que habían planificado para cada día.
“Me levantaba a las 5:00 de la mañana, o a veces 4:30, para volver a analizar todo mi trabajo, todo lo que tenía que hacer durante el día, para que todo estuviera organizado a las 6:00 de la mañana, debían desayunar y salir a los estadios para comenzar puntualmente las actividades a las 8:00 a.m.”, explicó.
Ante la curiosidad de ser la única monitora que asistió al Campus, Daisy dice que “la verdad fue una gran dicha, aún me siento emocionada. Cuando me enteré que era la única (mujer) pues le agradecí a Dios, y yo sé que puse todo mi empeño, que me lo merezco igual que otros compañeros lo hicieron, pero aquí habló más nuestro trabajo”.
Con dos más que Usulután, Morazán fue representado en el Campus Sociodeportivo por 20 niños, la tercera parte de los presentes en la última semana del Campus, y quienes al igual que el resto de beneficiarios fueron dotados de juegos de uniformes y zapatos de fútbol, lo cual emocionó más a los participantes, que no dudaron en portarlos y lucirlos con orgullo.
“’Estoy muy contenta de haber representado a mi municipio, de representar la Zona Oriental, y porque solo fuimos cinco monitores los elegidos (de oriente), pues muy agradecida con Dios por el trabajo que se ha venido haciendo y hoy se ven los resultados. Solo me queda agradecer por la oportunidad. De verdad estuve muy emocionada de estar acá y esperando en Dios que después de estas vengan muchas más oportunidades”.
El cierre del Campus Sociodeportivo estuvo a cargo de Yamil Bukele, presidente ad honórem del INDES, quien no quiso perderse la oportunidad de departir y desear un buen retorno a casa a los niños, quienes, aunque disimulaban sus amplias sonrisas bajo las mascarillas, dejaban claro en el brillo de sus ojos que estaban felices con la experiencia y deseosos de contarles a sus familiares y amigos todo lo que habían vivido.
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